«Se nos rompió el Whatsapp de tanto usarlo»*
Por: Karelia Vázquez | 23 de mayo de 2013
© Gloria Rodríguez
Hace un par de días los fundadores de Whatsapp, Brian Acton y Jan Koum (Ucrania, 1976) decían a este periódico que no querían ser red social, que no almacenaban ninguna copia de los mensajes enviados y que no pretendían gastarse un duro en publicidad.
Y ni falta que les hace. Whatsapp ha entrado con tanta fuerza en nuestras vidas que un fallo en su servicio nos hace sentir seres solitarios y despreciados por el mundo. Esa sensación desoladora de mandar un whatsapp y que nadie te conteste … la única manera de superarla es leer en la prensa en un sitio destacado que Whatsapp ha estado varias horas fuera de servicio. Entonces, recuperamos el aliento. No nos hemos quedado solos. (Soy consciente de algunos no necesitan el Whatsapp para vivir, lo sé … Gente que parece normal y que luego no tiene Whatsapp).
A pesar de ser una aplicación que, según sus creadores, no ha nacido con más pretensiones que la de comunicar a los mortales, como en su día lo hicieron las palomas mensajeras y el telégrafo, Whatsapp ha creado más malentendidos que cualquier otro medio de comunicación conocido hasta ahora. Por estar muy trillado no volveremos sobre el drama del check y el doble check, que ya nos ha dado muchos disgustos, ni sobre la ingeniería social que hay que poner en marcha para gestionar la vida social en un grupo de Whatsapp, un tema que tratamos en nuestro primer post. (Sepan que en la última actualización para Android se ha ampliado hasta 50 el número de personas que pueden hablar al mismo tiempo en un grupo, hasta ahora era de 30).
Hoy me quiero centrar en la tozudez que muchos demostramos cada día teniendo el autocorrector y el Whatsapp instalados al mismo tiempo en el teléfono. A estas alturas todos sabemos que son incompatibles y que de su conjunción no se ha sacado nada bueno, pero nos gusta vivir al límite. Alguien lo contó muy bien en esta historieta que corrió como la pólvora por Internet.
Mientras decidimos a qué prestación renunciamos -con toda probabilidad no seráWhatsapp-, se suceden momentos en los que el autocorrector toma vida propia y domina nuestras conversaciones. Aquí he recopilado algunos de las palabras que demuestran la malignidad intrínseca del autocorrector.
Quiero decir: Dice el autocorrector:
Yesssss URSS
Estás cerca? Estás cerda?
Genial! Genital
lechuga lechuza
Un consejo Un conejo
hija de puta hoja de ruta
Besos Bestia
Y así hemos ido sobreviviendo en todos estos años en nuestra inercia sin desactivar el autocorrector ni renunciar al Whatsapp.
Pero cuando consigas dominar al autocorrector -si es que esto alguna vez tiene lugar-, surgirán otros problemas semánticos. A las palabras se las lleva el viento pero los mensajes de Whatsapp permanecen indelebles en el teléfono. Y cuando uno está un poco obsesionado con una persona o asunto tiende a leer varias veces lo mismo y desarrolla el superpoder de encontrar cada vez un nuevo significado a la frase en cuestión. Es por la polisemia y la riqueza del castellano, dicen.
Pero no, queridos lectores, los que usan Whatsapp en Inglés y otras plataformas de mensajes directos, tienen las mismas dificultades de interpretación. Por eso y solo por eso han creado una web que presta un gran servicio a la humanidad, y que desde aquí pido a los emprendedores y desarrolladores web de España clonen cuanto antes (con algunas diferencias, mínimas, para que no os acusen de plagio).
Se llama HeTexted (Él ha escrito), y su misión consiste en evaluar y dar un veredicto correcto sobre cualquier intercambio de mensajes frecuentemente de naturaleza romántica o pseudorromántica, o todo lo contrario pero que una de las partes se empeña en otorgarle tal dimensión mística.
El funcionamiento es simple. La interesada (de momento está pensado para mujeres) manda una conversación (tres o cuatro mensajes con sus respuestas) y hace una pregunta. Un jurado de expertos que se jacta de conocer muy bien al género masculino da su veredicto. Para hacerlo debe escoger entre tres opciones «Está interesado», «No está interesado», «El jurado continúa deliberando».
Aquí The Huffington Post entrevistaba a Lisa Winning y Carrie Henderson McDermott, creadoras de la web.
Para que lo veáis mejor:
Una chica quiere verificar las intenciones de un usuario que se hace llamar Golden Boy(chico Dorado) y manda a la web esta conversación:
Ella empieza: ¡Hace un día maravilloso! ¿Te gustaría venir a casa esta noche, ver una peli y tomarnos un vinito?
Él: De acuerdo, hace un tiempo maravilloso. ¿Qué hiciste hoy? Yo estoy cansado, ayer salí hasta tarde y tengo un poco de resaca. Ahora estoy yendo al centro a cenar con unos amigos. Es temporada de cumpleaños. Fiesta ayer, cena hoy y cena mañana.
Veredicto del jurado:
«Está interesado»: 2 «No está interesado»: 48 «El jurado aún está deliberando»: 13
Otro caso:
Empieza el chico: ¿Lista en una hora?
Ella: Lo dudo
Él: Pero ¿quieres que hagamos algo más tarde o no?
Ella: No sé que van a hacer mis amigos
Él: Entonces, ¿no?
Ella: No.
Él: OK, voy a parar de intentarlo.
Él (una hora y 40 minutos más tarde): Te odio
Él (tres horas después): Aún sigo por la ciudad.
Veredicto:
«Está interesado»: 22 «No está interesado»: 2 – «El jurado aún está deliberando»: 0
Pero no solo las palabras traen ambigüedad en Whatsapp, la risa también: la manera de decir «jaja», «JAJA» o «jajaja» se han convertido en materia de estudio académico. Miren esta investigación de la Universidad Autónoma de México (UNAM) que se propuso » identificar los verdaderos significados de las múltiples formas de reírse en los mensajes de texto (chat, SMS, Whatsapp, Imessage, etc.).
Después de más de mil ejercicios de investigación, se demostró que el “jaja” no es una risa «verídica», y que generalmente es usado para las siguientes situaciones:
- La persona no ha entendido el chiste pero le da vergüenza reconocerlo
- El chiste ha sido muy malo pero no se quiere hacer sentir mal al otro
- Si es una mujer está claro que quiere terminar una conversación con un pretendiente y le cierra el camino con un “jaja”.
- En algunas ocasiones significa una risa sarcástica, sobre todo si se pone un espacio entre cada “ja” como por ejemplo “ja ja”
“Las pruebas indican que una verdadera muestra de risa se inicia a partir de los tres “ja” (jajaja) y que a partir de los cinco “ja” (jajajajaja) la persona probablemente sólo se está riendo para adular al otro”, ha explicado Daniel Soto-Marín Cuevas, líder del proyecto de investigación de la UNAM.
También hay diferencias de significado según la vocal que se emplee. No es lo mismo «jeje» que «jiji». Según los investigadores, estas variantes suelen ser usadas por mujeres. «Pueden ser muestra de cierto grado de risa culpable o simplemente se usan para no abusar del “jajaja” que hacen que la conversación parezca falsa».
Ahí lo dejo. ¿Qué creías que ibais a tener un jueves tranquilo?
PD. También les dejo algunos tutoriales para desactivar el autocorrector del teléfono. (Android Iphone )
* «Se nos rompió el Whatsapp de tanto usarlo es un grupo de Facebook con 4.623 «Me gusta»
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